Es innegable: el sueño es esencial para nuestro funcionamiento. Un buen descanso nocturno puede hacernos sentir productivos y revitalizados. Sin embargo, la falta de sueño y la privación del mismo es algo que nos ocurre a todos. No es de extrañar que los nuevos padres sean los que más sufren.
Nuestra nueva investigación pone de manifiesto la dificultad que tienen los nuevos padres para dormir lo suficiente cada noche, ya que el 70% de los padres con bebés menores de 18 meses afirman que su calidad de sueño ha empeorado progresivamente desde que cuidan de su recién nacido. ¿Pero qué es lo que les quita el sueño?
Los padres se preocupan de forma natural por sus hijos, pero se está demostrando que esto les mantiene despiertos por la noche: casi 2 de cada 5 padres (37%) se mantienen despiertos preocupados por la correcta respiración de sus bebés y otro 52% se preocupa de que su bebé necesite ser alimentado. La investigación también muestra que el 74% tiene una mala calidad de sueño, naturalmente como resultado de que su bebé se despierta y llora por la noche.
Sin dormir lo suficiente, podemos sentirnos estresados, ansiosos e irritables. La investigación subraya que la falta de sueño puede tener efectos en otros aspectos de nuestra vida. Además de afectar a las relaciones de pareja (59%), más de uno de cada seis con hijos menores de 18 meses ha perdido amistades por no dormir lo suficiente. Otro factor observado en la investigación es que la mitad de los encuestados come menos comida casera como consecuencia de la falta de sueño.
