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Espacios pequeños: ¿cómo elegir una cama de bebé?

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A la hora de amueblar la habitación del bebé, la cama, el cambiador y los muebles de almacenaje son esenciales y deben elegirse con cuidado. Para optimizar los espacios pequeños y evitar el desorden con la llegada de sus primeros juguetes, lo mejor es pensar en todo y planificar para los próximos tres o cuatro años. Ya sea una cuna evolutiva o una cuna combinada: ¿cómo elegir tu primera cuna cuando tienes pocos metros cuadrados y necesitas ahorrar espacio? Aquí tienes algunos consejos para elegir una cama de bebé, con la ayuda de ACbebés.

Lo que no siempre pensamos cuando estamos a punto de ser padres son los numerosos cambios que sufrirán la habitación, el armario y la cesta de juguetes de nuestro hijo. Nos imaginamos con un niño pequeño, creamos un nido cálido y acogedor para un bebé, con una cuna, una lamparita de noche y un cambiador.

Sin embargo, desde los primeros meses, nos damos cuenta de que debemos ordenar, repensar y reordenar constantemente este espacio. Entre los 0 y los 3 años, el crecimiento del niño es espectacular y maravilloso de observar, creando nuevas necesidades y la necesidad de adaptarse a cada una de estas etapas. La cama es la pieza central de la habitación del bebé y evoluciona con él. Cuna, cuna y luego cama individual: ¿y si esta cama pudiera transformarse sin tener que guardar la antigua, invertir en nuevos muebles o empujar las paredes para hacer sitio a los juguetes?

De 0 a 6 meses

Durante los primeros meses, nos gusta poner a nuestros recién nacidos a dormir en una cunita, un capullo tranquilizador para abrigar sus primeras noches. Nuestro bebé pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, y nosotros pasamos la mayor parte del tiempo meciéndolo, alimentándolo y cambiándolo. Para mayor practicidad, procuramos instalar la cuna y el cambiador uno al lado del otro, con su ropa, pañales y lo necesario para el cambio y la higiene al alcance de la mano. Lo ideal es colocar también un sillón cómodo junto a la cama para poder hacer todo en la misma habitación, sobre todo por la noche: dar el pecho o el biberón, hacer la digestión, el contacto piel con piel, los mimos, etc.

De 6 meses a 3 años

Muy rápidamente, a partir de los 3-4 meses para algunos bebés, la cuna se queda pequeña y hay que instalar una cuna clásica en la habitación. Para elegir esta cama, debemos basarnos en primer lugar en las estrictas normas europeas en la materia (dimensiones del somier, tamaño del colchón, distancia entre barrotes) para garantizar la seguridad de nuestro hijo. Por ello, optamos por marcas reconocidas, fabricadas en Europa o España.

Eco-consejo: opta por fabricantes eco-responsables que presten atención a la calidad de la madera y a los disolventes utilizados para la pintura.

De 3 a 6 años y más

Justo antes de empezar el colegio, está la etapa clave de pasar a una cama «grande». Adiós a los barrotes y a los sacos de dormir, el niño se vuelve autónomo, sale solo de su cama, su habitación se convierte en el patio de su imaginación. Juegos de construcción, juegos de imitación, libros, cabañas: necesita espacio, pero también un capullo tranquilizador. Para su cama, puedes elegir entre un tamaño infantil, es decir, un somier con las mismas dimensiones que su cama de bebé (70×140 cm) con protecciones laterales para evitar posibles caídas en mitad de la noche, o pasar directamente a un tamaño de cama individual estándar (90×190 cm) que podrá acompañarle hasta al menos su adolescencia

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