En este momento estás sumido en la niebla de la privación del sueño, y puede que sientas que nunca volverás a dormir. Pero dormir bien para ti y para tu bebé es posible.
La preparación para el entrenamiento del sueño es tan importante como el propio entrenamiento. Antes de empezar a entrenar el sueño, ten en cuenta estas preguntas:
¿Es mi hogar completamente sano?
Abordar el sueño nocturno es una gran empresa, y es mejor hacerlo cuando todos se sienten bien. Esto significa que nadie está resfriado y que el bebé no se ha cortado un diente ni se está recuperando de ningún tipo de dolencia física. Si tienes dudas sobre la salud de tu hijo, consulta a su pediatra.
¿Mi hijo ha alcanzado un peso que le permite dormir toda la noche con menos tomas?
El pediatra de tu hijo puede tener recomendaciones específicas para tu familia en función de las necesidades de desarrollo de tu bebé y de sus progresos, pero siempre que tu hijo tenga al menos cuatro meses y pese 7kg puede empezar el proceso de aprendizaje del sueño. A medida que empiece a enseñar a su bebé a dormirse y a permanecer dormido durante toda la noche, es posible que tenga que ofrecerle una toma de sueño una vez durante la noche, y trabajar para que poco a poco vaya abandonando todas las tomas nocturnas.
¿Mi hijo está pasando por una transición importante o está aprendiendo una nueva habilidad?
Si tu hijo acaba de empezar a rodar, a gatear, a ponerse de pie o a caminar, no es el momento de entrenarlo para dormir. Aprender a dormir es una habilidad, igual que aprender a caminar. Y, al igual que tú, los niños necesitan un tiempo para adaptarse al aprendizaje de nuevas habilidades. No abrumes a tu bebé pidiéndole que aprenda demasiadas habilidades nuevas a la vez. El aprendizaje de nuevas habilidades es emocionante y divertido, pero tu bebé pasará el día practicando sus nuevas habilidades y puede que le cueste más conciliar el sueño por la noche. Es mejor esperar a que el bebé domine su nueva habilidad diurna antes de pedirle que trabaje en una habilidad nocturna.
Además, si tu hijo se está adaptando a una transición importante, como empezar a ir a la guardería o mudarse a una nueva casa, deberías posponer el entrenamiento del sueño hasta que tu familia tenga la oportunidad de adaptarse a este cambio.
¿Mi horario para la próxima semana le permite centrarse en el entrenamiento del sueño?
La constancia es la clave del aprendizaje de cualquier nueva habilidad, por lo que tanto tú como tu pareja debéis dedicar una parte del tiempo a enseñar a dormir a tu bebé. Y aunque es probable que tu bebé aprenda a dormir en pocos días, debes dedicar tiempo a ayudarle a dominar sus nuevas habilidades. El viejo adagio es cierto: la práctica hace la perfección. Para aprovechar al máximo el tiempo que pasáis juntos, considera la posibilidad de empezar el proceso de entrenamiento del sueño un fin de semana, cuando los horarios suelen ser más flexibles.
¿Está el cuidador habitual de mi hijo durante el día dispuesto a ayudarle a aprender a dormir?
Todas las personas que forman parte de la vida de su hijo deben estar de acuerdo con el entrenamiento del sueño. Debes evitar enviar señales contradictorias a tu bebé en lo que respecta al sueño. Empieza por mantener una conversación con la persona que cuida a tu hijo y dale instrucciones detalladas sobre las rutinas y los horarios de sueño. Pídele a la persona que cuida a tu hijo que sea lo más coherente posible con tu horario de sueño y planea comprobarlo con frecuencia, especialmente durante los primeros días de aprendizaje del sueño.
Cuando el cuidador principal acaba de volver al trabajo o está a punto de hacerlo, el bebé puede necesitar algún tiempo para adaptarse al cambio. Es probable que esté aprendiendo a adaptarse a un nuevo horario y que intentar entrenar el sueño durante este tiempo sea demasiado para todos los implicados. En su lugar, espere a que su familia se haya acostumbrado a la nueva rutina y a que todos se sientan cómodos para afrontar un nuevo reto.
