Aprender a dormir bien es una de las lecciones más importantes que dominará tu pequeño. Y aunque pueda parecer una tarea desalentadora, el entrenamiento del sueño es más fácil con los recursos adecuados.
Mito 1: El entrenamiento del sueño es perjudicial para mi bebé
Es natural que te preguntes si algo está perjudicando a tu bebé en lugar de ayudarlo. Pero no hay datos que demuestren que el entrenamiento del sueño tenga un impacto negativo en los niños. De hecho, el entrenamiento del sueño sólo beneficia a los hábitos de sueño del bebé y no conduce a ningún problema a largo plazo con las emociones o el comportamiento.
Mito 2: Si dejo que mi bebé llore, dejará de quererme
El bebé nunca dejará de quererte, mamá. Dejar que tu bebé llore puede ser difícil: tus instintos de madre entran en acción y es difícil no dejar que el bebé se calme. Pero es importante saber que dejar que tu bebé llore no lo volverá contra ti. El llanto es la forma en que los bebés expresan su frustración, y aprender una nueva habilidad como dormir toda la noche es frustrante. Tu pequeño no se enfrentará a la angustia emocional más adelante y, en cambio, aprenderá una estrategia clave que es fundamental para sus hábitos de sueño.
Mito 3: El entrenamiento del sueño sólo es beneficioso para los padres
Aunque la perspectiva de recuperar las horas de sueño es una motivación para cualquier padre, el entrenamiento del sueño bien hecho está diseñado para beneficiar al máximo a su bebé. El entrenamiento del sueño no significa que estés ignorando a tu bebé o «abandonándolo». Lo que haces es guiar a tu pequeño para que aprenda a tranquilizarse por sí mismo, a regular sus patrones de sueño y a dormirse solo. Estas técnicas son cruciales cuando tu bebé se muda a su propia habitación y no está junto a tu cama todas las noches.
Mito 4: El entrenamiento del sueño es sólo un título elegante para el método del «llanto»
Aunque es cierto que dejar que tu bebé se inquiete un poco forma parte del entrenamiento del sueño, no es la mayor parte del proceso. El entrenamiento del sueño puede realizarse de diversas maneras y requiere mucha más atención a los detalles y un trabajo en equipo entre los padres y el bebé que el método CIO. En lugar de dejar que tu bebé llore y lo resuelva todo por sí mismo, puedes ayudar a dirigir a tu pequeño en la dirección correcta estableciendo un horario coherente para las siestas y la hora de acostarse y proporcionándole un entorno de sueño seguro y cómodo.
Mito 5: Todos duermen toda la noche
Puede que te sorprenda, pero, independientemente de la edad, todo el mundo tiene tendencia a despertarse durante la noche. Esto se debe a nuestros ciclos naturales de sueño. Cada vez que te mueves, te das la vuelta o ajustas tu entorno, tu cuerpo se está preparando para pasar a otra etapa de tu ciclo de sueño. Mientras que los adultos han aprendido a volver a dormir después de estos pequeños despertares, los bebés aún no han adquirido esta habilidad. Aquí es donde entra en juego el entrenamiento del sueño.
Mito 6: Dormir es un desarrollo natural que no se puede enseñar
El entrenamiento del sueño es diferente del sueño en general. Todo el mundo duerme y no sobreviviría sin ello. Por lo tanto, no estás enseñando a tu pequeño a dormir, ¡ya lo sabe! El entrenamiento del sueño consiste en enseñar a tu bebé a dormir más y mejor. La falta de sueño es peligrosa tanto para la mamá como para el bebé, así que enseñar a tu bebé a dormir mejor beneficia a toda la familia.
Mito 7: Acostarse más tarde significa despertarse más tarde
Puede que te sorprenda saber que esto no es necesariamente cierto cuando se trata de bebés. El reloj interno de un bebé está programado de forma natural para empezar a despertarse sobre las 6 ó 7 de la mañana. Si tu bebé se acuesta más tarde de lo habitual, su reloj le indicará que se despierte temprano. Para evitarlo, asegúrate de que el horario de sueño personal de tu bebé se crea teniendo en cuenta su reloj interno.
